Trabajo sobre la idea de duelo como un proceso que se vincula en forma directa con los objetos y los espacios que fueron habitados por las personas fallecidas.
Me interesa la idea de vacío transmitida por el cese de dicho vinculo. Esta ruptura hace que los hogares se transformen en espacios de tipo monacal donde solo queda el rastro de la presencia de aquel que habitó el lugar.
Mediante la fotografía exploro la relación de las personas con sus objetos. Me gusta re-significar dichos espacios mediante la acción inconsciente e involuntaria de los aún presentes. Por eso trabajo en ventas y remates de propiedades de personas fallecidas.
La noción de tiempo que pasa y su relación con la mortalidad están presentes conceptualmente en la obra. Sin embargo la resolución formal es la de una imagen fotográfica atemporal.
A lo largo de nuestras vidas vamos dejando muchos espacios. El primero es nuestra habitación de infancia, le seguirán muchos otros hasta que nos quedemos en uno en que la vida, o la muerte transforman en el último.